Nuevo episodio en la estrategia política del Gobierno socialista en su intento de mostrar gestos públicos de acercamiento a la banda terrorista ETA.
El Ministerio de Interior ha notificado oficialmente a Instituciones Penitenciarias la orden de trasladar a 90 etarras encarcelados y “auto-declarados arrepentidos” a la cárcel de Nanclares de Oca (Álava) antes de la finalización del presente año.
Según fuentes consultadas, solamente podrán ser trasladados aquellos presos que tengan condenas de segundo grado, tercer grado o aquellos que disfruten, en la actualidad, de permisos penitenciarios.
Además, serán trasladados aquellos que hayan declarado oficialmente o de forma escrita su arrepentimiento público.
Dicha propuesta ha provocado una multitud de peticiones por parte de presos etarras de toda España, incluso de los más históricos, como es el caso de Arnaldo Otegui.
Una de las claves que han propiciado este traslado masivo de presos se debe a la participación activa de José Luis Urrusolo Sistiaga, conocido en el ambiente como “Langile”, y que se ha mostrado especialmente participativo en apoyar dicha estrategia política y el fin de la acción armada.
El colectivo que más presión ha ejercido para favorecer esta medida ha sido el grupo de presos condenados en los años 90 y que según fuentes penitenciarias: “Son los que se encuentran más quemados anímicamente y están abiertos a otras vías que no impliquen la violencia”.