La crisis sobre la deuda española, que durante la última semana llegó a superar los 400 puntos, cortó de raíz las vacaciones del Presidente del Gobierno que incluso le impidió celebrar su 51 cumpleaños en presencia de su familia.
Pero fue el pasado viernes cuando José Luis Rodríguez Zapatero retomó sus vacaciones, al igual que el resto de ministros, trasladándose al Palacio de las Marismillas de Doñana donde disfruta de unas “merecidas” vacaciones, al igual que el resto de su gabinete.
La agenda de los ministros programada para esta semana sólo recoge la participación del Ministro de Fomento, Pepe Blanco, en una emisora de radio.
Tanto el resto de ministros como el vicepresidente del área política, Manuel Chaves, siguen ausentes de la actividad política en una semana en la que España ha vuelto asomarse al colapso financiero, empujada por los intereses financieros de las grandes corporaciones que siguen ahogando la economía nacional.
Pero esta actitud deshonesta se extiende también al Partido Popular, ya que su clase política ha optado más por preparar y diseñar su plan de acción de cara a las próximas elecciones que de reclamar más atención al Ejecutivo o plantear posibles soluciones que eviten la bancarrota administrativa.