Un grupo de científicos han descubierto que el agua de los océanos terrestres presenta la misma composición que el hielo hallado en el cometa Hartley 2, de la familia de Júpiter y cuyo origen, se localizaría en el cinturón de Kuiper, gravitando fuera de la órbita de Neptuno.
A esta conclusión han llegado Paul Hartogh y su equipo de trabajo, cuando consiguieron determinar la proporción existente de deuterio de hidrógeno pesado, en el agua del “Hartley 2”.
Y es que los análisis realizados sobre el origen de los océanos han provocado un enorme debate.
Debido a que determinadas investigaciones afirmaban que “el origen de los océanos terrestres se debió fundamentalmente al impacto de numerosos asteroides contra la Tierra”.
Hartogh explicó que “durante su periodo de formación, la Tierra era un planeta muy seco, por lo que el agua que hubiera en aquel momento, tuvo que evaporarse al espacio”.
Según estiman los científicos, el agua se originó unos 8 millones de años después, por lo que los principales candidatos para suministrarla, serían cometas o asteroides.
Así pues, resulta posible establecer de dónde procedió este agua, estudiando la composición isotópica, concretamente la proporción existente de deuterio de hidrógeno, en dicha agua.
Por último, Hartogh concluyó que: “El cometa Hartley 2, presenta la misma proporción de deuterio de hidrógeno que el agua presente en los océanos de la Tierra. De este modo, se puede afirmar que una mayor cantidad de agua, de la que se creía en un principio, pudo ser alojada en la Tierra a través del impacto de cometas”.