Los efectos perjudiciales del tabaco sobre la salud de las personas resultan de sobra conocidos pero, ¿y sobre las mascotas? ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez en el efecto que produce en nuestra mascota el hecho de ser fumador pasivo?
Según diversos estudios científicos, los perros y los gatos que viven con fumadores se convierten también, al igual que otras personas, en fumadores pasivos, por lo que tienen más posibilidades de padecer cánceres y determinados tumores que los animales que viven en casas libres de humo.
Perjuicio del tabaco en gatos
En este caso, los gatos son más vulnerables al humo del tabaco que los perros. De hecho, los felinos que viven con personas fumadoras presentan el doble de posibilidades de padecer un cáncer sanguíneo, además de ser más proclives a sufrir cáncer en la boca.
La razón viene motivada por el hecho de que los felinos pasan una gran parte del día acicalándose (casi dos terceras partes del día), por lo que al lamer su piel, asimilan las sustancias tóxicas del tabaco fijadas en el pelo.
Perjuicio del tabaco en perros
En cuanto a los perros, y siempre según estos estudios relacionados acerca de este tema, los perros que viven en hogares de fumadores son más propensos a padecer cáncer de pulmón, ya que al tener un hocico más largo, están más expuestos a la absorción del humo.
Así pues, en función del tipo de mascota y sus características, estaríamos ante una misma enfermedad, pero localizada en distintas zonas del cuerpo.
Por último, cabe mencionar también el caso de pájaros que viven en hogares fumadores, en los cuales, se ha detectado un incremento del número de casos de cáncer debido al humo de los cigarrillos, lo que viene a confirmar los resultados en los estudios efectuados sobre perros y gatos.