Uno de los principales efectos inducidos mientras se duerme completamente a oscuras, es la segregación de más melatonina, una hormona natural que a su vez aumenta el flujo de segregación insulínico.
Persiguiendo esa línea de investigación, científicos de la Universidad de Granada, demostraron que dormir completamente a oscuras puede favorecer el control de la “diabetes mellitus tipo 2”, debido a la relación establecida entre esta práctica y la segregación de la melatonina.
Dicha hormona también reduce la “hiperglucemia” y la “hemoglobina glicada”, al mismo tiempo que aumenta la secreción de insulina, disminuyendo los ácidos grasos libres y mejorando la proporción entre las hormonas leptina y adiponectina.
Debido a que el organismo segrega una mayor cantidad de melatonina por la noche y en la oscuridad más absoluta, los científicos estiman que la “administración de esta hormona unido a dormir a oscuras y la ingesta de alimentos con un alto nivel de melatonina”, puede favorecer la lucha contra la diabetes relacionada con la obesidad.
Por todas estas razones, dormir a oscuras puede servir para controlar el “sobrepeso, la diabetes y la prevención de enfermedades cardiovasculares asociadas”.