Un dispositivo diseñado por científicos indios, similar a los alcoholímetros, y bautizado como “nariz electrónica”, permitirá detectar enfermedades como la tuberculosis y el cáncer de pulmón, en las partículas expulsadas en el aliento.
La tuberculosis ha sido casi totalmente erradicada en los países desarrollados, pero se mantiene todavía presente en el África subsahariana, determinadas zonas de Asia y de Latinoamérica.
La “nariz electrónica” incrementaría exponencialmente la detección temprana de ambas enfermedades, acelerando su diagnóstico y el inicio del tratamiento pertinente, lo que supondría salvar unas 400.000 vidas al año.
El doctor Ranjan Nanda y su equipo de trabajo, ha basado su investigación en la existencia de un grupo determinado de moléculas presentes en el aliento de las personas infectadas por tuberculosis, una enfermedad provocada por numerosos tipos de micobacterias que se transmiten por vía respiratoria y a través de la saliva.
“El aliento de una persona infectada con tuberculosis presenta una serie de moléculas específicas. Cuando una persona exhala en el aparato, las moléculas y los biomarcadores específicos de la tuberculosis, son detectados y registrados por el sensor, creando una señal electrónica”, aclara Nanda.
El equipo indio del Centro para Ingeniería Genética y Biotecnología de Nueva Delhi, dirigido bajo la responsabilidad de los doctores Nanda y Virander Chauhan, han resultado ser pioneros en la identificación de estas moléculas características, presentes en el aliento de pacientes aquejados por la tuberculosis pulmonar, y que han permitido desarrollar esta revolucionaria “nariz electrónica”.
Una vez hemos visto el funcionamiento de la “nariz electrónica” y los principios científicos en los que se ha basado la investigación de sus creadores, veamos ahora el mecanismo interno de tan novedoso artefacto y cómo puede adaptarse a distintas terapias y tratamientos.
“La nariz electrónica supondrá un método no invasivo y de fácil utilización, sin necesidad de realizar múltiples y continuadas visitas a la clínicas especializadas”.
“Lo mejor de todo, es que será un tratamiento asequible para los pacientes de países en los que la tuberculosis es endémica y no disponen de una gran cantidad de recursos”.
“Con una pequeña adaptación internar, podrá también ser empleado para detectar otras enfermedades de características similares, como el cáncer de pulmón”, aclara Nanda.
El dispositivo podría estar preparado para su producción en masa, a partir del mes de octubre de 2013, pero para dicho objetivo, se requerirá una fuerte inversión económica inicial.
Parte de dicha inversión, unos 950.000 dólares, procederán de la Grand Challenges Canada (GCC) y la Fundación Bill y Melissa Gates, quienes han decidido aportar este capital para el diseño y desarrollo de un primer prototipo, que posteriormente, pueda ser producido en masa.
Y es que a pesar de que este invento pueda resultar totalmente novedoso, la idea surgida en el equipo de Nanda no se la puede considerar pionera en este tipo de dispositivos.
Hace varios meses, la multinacional tecnológica alemana Siemmens, anunció que había diseñado un aparato similar, el cual, permitía detectar y registrar moléculas y biomarcadores de óxido nítrico en el aliento, que advertían de la posibilidad de un inminente ataque de asma.