El estudio de arquitectura mexicano “Bunker Arquitectura”, afamado por sus innovadoras creaciones, ha diseñado construir un “rascasuelos” de 65 pisos de altura, bajo el suelo de la Plaza de la Constitución en México DF, conocido como “El zócalo”.
El proyecto consistiría en construir una gigantesca pirámide invertida bajo el subsuelo de la plaza.
La pirámide, que descendería hasta los 300 m. de profundidad, tendría capacidad para albergar hasta 100.000 personas y sería en sí misma, una especie de ciudad subterránea con todo tipo de tiendas, locales de ocio, museos, apartamentos inteligentes y oficinas, las cuales, se ubicarían en la cúspide de la pirámide, es decir, en la parte más profunda.
Está previsto que el primer piso contenga un museo arqueológico que, según los expertos, “albergará todos los restos que se descubran durante su construcción”.
Sus diseñadores confirman que el “rascasuelos” se edificará a prueba de terremotos, con estructura exterior de cristal para evitar la sensación de claustrofobia, y donde la ausencia de luz no será un problema, pues un moderno sistema de fibra óptica, transmitirá la luz natural del exterior hasta todos los rincones de la megaconstrucción. Además, la implantación de decenas de parques naturales colaborará en la purificación el aire.
Este faraónico proyecto, que ha suscitado la atención mundial por su originalidad y audacia, probablemente nunca llegue a materializarse, pues cuenta con una serie de obstáculos, su prepuesto (unos 550 millones de euros), el tiempo necesario para su edificación (cinco años de obras mastodónticas en la plaza más concurrida de México) y las dudas de muchas personas a desarrollar su vida bajo tierra.