Michael Jared Cano, un joven de Florida y con tan sólo 17 años, ha sido detenido y acusado de planear un atentado con explosivos contra su propio instituto, el Freedom High School, del que había sido expulsado recientemente y en el que pensaba causar más víctimas que las producidas en la matanza de Columbine, donde 12 estudiantes y un profesor fueron abatidos.
Tras ser expulsado, la administración del centro informó a la policía sobre sus sospechas respecto a la conducta del estudiante y a que era muy plausible, que el joven tomara algún tipo de represalia violenta, utilizando artefactos explosivos.
Los inspectores responsables del caso consideraron aquellas advertencias y, con el consentimiento de su madre, procedieron a registrar su domicilio. Allí encontraron un diario en el que se detallaba, milimétricamente, todos los movimientos que había realizado e iba a realizar el joven, durante el día elegido para el atentado.
Este hecho provocó su inmediata detención, acusándole de planear, arrojar o colocar artefactos explosivos, posesión de material para la fabricación de explosivos e incluso de cultivo y posesión de marihuana.
Cano se encuentra actualmente en un centro de detención juvenil, a la espera de que se decida si es juzgado como menor o como mayor de edad en un tribunal de justicia.