Científicos norteamericanos han descubierto el mecanismo biológico que transforma la grasa blanca (la que almacena calorías) en grasa parda (la que quema esas calorías).
Según un estudio publicado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), el paso de grasa blanca a grasa parda, conocido como “interruptor biológico”, es producida por la activación de una ruta nerviosa y bioquímica originada en el hipotálamo, la zona del cerebro encargada del equilibrio energético, y que actúa sobre las células adiposas blancas.
Dicha ruta, conocida como “eje hipotálamo-tejido adiposo”, induce a las células adiposas pardas al interior de las masas de grasa blanca.
Esta inducción se realiza con más intensidad, cuando los animales se desarrollan en ambientes estresantes y estimulantes, que le proporcionen retos físicos y psicológicos.
Los científicos utilizaron ratones de laboratorio para la elaboración del estudio, observando que en aquellos que poseen mayores posibilidades para la estimulación social, transforman más grasa blanca en grasa parda (hasta un 49% más), y por tanto, consumen más energía y pierden más peso, incluso hasta cuando se alimentan más (consumiendo una dieta un 29 % más rica en grasa).
Este descubrimiento confirma que la obesidad es el resultado de un exceso continuado de energía que debe almacenarse en forma de lípidos en la grasa blanca cuando, hasta este momento, la única terapia que se utilizaba para inducir la grasa parda, era una exposición continuada al frío.