Bandas organizadas de gitanos rumanos, que diariamente actúan en la capital de España, se aprovecharon de la celebración de las JMJ en Madrid, para infiltrarse entre la multitud y sustraer carteras, bolsos y demás objetos de valor.
Los delincuentes rumanos aprovecharon las grandes aglomeraciones de peregrinos producidas durante este evento, para apropiarse de gorras, camisetas y mochilas con el logotipo identificativo de la JMJ, de modo que después, pudieran acceder a los recintos sin levantar sospecha y comenzar a realizar hurtos mayores.
Las sustracciones más frecuentes fueron bolsos de mujer, billeteras, teléfonos móviles, reproductores Mp3, Ipods y tickets de comida canjeables en los restaurantes cercanos a las concentraciones.
Sin embargo y pese a la notable organización de este tipo de bandas, los agentes de la Policía Nacional y Municipal de Madrid detectaron pronto las artimañas de los delincuentes, ya que además de estar fichados, eran habituales de esas zonas: “Detuvimos a casi más de una quincena, lo que permitió disuadir, en parte, al resto de miembros de la banda”.