El Neem (Azadirachta indica) es un árbol de cuyas semillas se extrae el conocido “Aceite de Neem”, el cual, es uno de los insecticidas naturales más potentes y efectivos que existen, por lo que resulta una excelente alternativa para experimentar su cultivo.
Al tratarse de un ejemplar propio de climas tropicales y sub-tropicales, su cultivo aquí en España resulta bastante complejo, sin embargo, sí que es posible mediante la utilización de un invernadero, si además, se siguen los pasos que indicamos a continuación.
Plantación del Neem
El Neem puede multiplicarse mediante la plantación de semillas, las cuales, deben limpiarse previamente, así como no almacenarse durante periodos prolongados, ya que este hecho reduce el porcentaje de germinación; o bien, mediante esquejes, como cualquier otro árbol.
Suelo del Neem
El Neem no es un árbol muy exigente en lo que respecta a las condiciones del suelo, ya que se adapta muy bien a suelos con niveles reducidos de materia orgánica, algo que no sucede con aquellos de tipo arenoso y seco.
Además, requiere de suelos con un buen sistema de drenaje, con bastante profundidad (ya que desarrolla unas raíces muy extensas), y con un pH comprendido entre el 6 y el 8.
Riego del Neem
El Neem no sólo requiere de un ambiente húmedo constante a lo largo de su crecimiento, sino también, de un riego abundante y continuado. No obstante, una vez se ha desarrollado por completo, es una especie que tolera bastante bien las sequías prolongadas.
Condiciones climatológicas del Neem
El Neem sí que resulta muy exigente en cuanto a las temperaturas, ya que para su correcto desarrollo, requiere de temperaturas superiores a los 20oC, a lo largo de todo su ciclo vital, ya que es enormemente intolerante a las heladas o a las temperaturas cercanas a los 0oC.