La Alcachofa (Cynara scolymus) se caracteriza por presentar carnosas inflorescencias comestibles de intenso sabor. En este sentido, se puede afirmar que es la adaptación hecha por los agricultores a partir de cardos silvestres.
Siembra de la Alcachofa
Desde la siembra a la recolección pueden pasar de 8 meses a un año, sin embargo, si se opta por cultivarlas mediante estacas o esquejes, dicho periodo se puede reducir a 4 ó 5 meses.
El cultivo mediante estacas o esquejes se lleva a cabo con las estacas laterales de la mata de la alcachofera (la estaca central se desecha, puesto que es la zona de la planta más envejecida, y por lo tanto, no rebrotará).
El trasplante de dichas estacas debe realizarse entre julio y septiembre, en las zonas cálidas, y de marzo a abril, en las zonas frías.
Por último, mencionar que éstas deberán plantarse en línea, separándolas unos 70 cm entre cada una de ellas, cubriendo posteriormente la tierra con 3 ó 5 cm de compost.
Suelo de la Alcachofa
La Alcachofa requiere de suelos sanos, aireados en profundidad y muy ricos en materia orgánica y en humus. Es necesario evitar los suelos muy pesados y húmedos, o bien, los muy ligeros y secos.
Respecto a los nutrientes, la Alcachofa requiere de un buen abonado de fondo con estiércol o compost, así como un aporte de compost maduro en la fase de producción.
Riego de la Alcachofa
La alcachofa requiere de una humedad regular, sin embargo, no soporta el exceso de agua o el encharcamiento de las raíces, por lo que se recomienda instalar un sistema de riego por goteo.
Condiciones climatológicas de la Alcachofa
La Alcachofa requiere de un ambiente frío para desarrollarse plenamente, sin embargo, no soporta el frío intenso (heladas), ni tampoco el excesivo calor (bochorno).
Por esta razón, las zonas templadas del Mediterráneo son las más recomendadas para obtener una elevada producción.
Cosecha de la Alcachofa
Para cosechar las alcachofas, deberemos cortarlas cuando presenten un tamaño adecuado. Las primeras alcachofas, aquellas que crecen en el centro del brote, suelen ser redondas y gruesas, mientras que las segundas, aquellas que se desarrollan en las ramas laterales, muestran una apariencia más alargada y reducida.
Resulta conveniente cortar siempre el tallo de cada alcachofa por debajo de la altura en la que se hallan las Alcachofas laterales más jóvenes, de este modo, la planta se desarrollará mejor y aumentará su resistencia a los fríos intensos.