El cordón umbilical, último eslabón de unión existente entre la madre y el recién nacido al finalizar el alumbramiento, precisará de unos cuidados especiales hasta que se seque y caiga por completo, formando así lo que conocemos como ombligo.
El cordón umbilical del recién nacido tendrá un color gris-amarillento, que se irá ennegreciendo a medida que se vaya secando con el paso del tiempo.
Después de un parto en condiciones normales, el cordón umbilical tardará entre 5 y 12 días en caerse, mientras que si el bebé ha nacido mediante cesárea, tardará entre 12 y 15 días.
A la hora de curar el cordón umbilical, necesitaremos:
– Alcohol 70º o Clorhexidina al 0,02%.
– Suero fisiológico.
– Gasas estériles.
Ahora bien, ¿cómo debe curarse el cordón umbilical?
– Lávate bien las manos antes de empezar.
– Retira con cuidado, pero sin miedo, la gasa que rodea el cordón umbilical de tu bebé. Si está pegada, no tires de ella, humedécela un poco con un chorrito de suero fisiológico, evitando así dañarlo.
– Coge una gasa estéril por los cuatro extremos y empápala con alcohol, evitando que chorree. A continuación, coloca la pinza de plástico hacia arriba, para poder acceder bien a la zona a curar, y pasa la gasa con alcohol alrededor del cordón umbilical limpiando bien la zona de unión con la piel del bebé.
En este paso, evitar pasar dos veces por el mismo sitio con la misma gasa, ya que de este modo puedes traspasar la suciedad que has quitado anteriormente, y sobre todo, nunca apliques el alcohol directamente.
– Con otra gasa, cubre el cordón umbilical. Para ello, forma con una gasa una tira alargada, pudiendo humedecerla o no con alcohol, y enróllala alrededor del cordón umbilical sin apretarla demasiado.
Si la humedeces en alcohol, has de tener cuidado, ya que si la empapas en exceso dejarías la zona humedecida, pudiendo irritarse.
Si lo que queréis es que se seque más rápidamente el cordón umbilical, realizaréis esta cura cada cambio de pañal y, especialmente, después del baño, que lo realizaréis por partes con una esponja, evitando sumergir al bebé en una bañera.
También deberéis evitar las ropas muy justas y de una sola pieza, consiguiendo así que la zona quede más aireada. Del mismo modo, a la hora de colocar el pañal, doblad la parte delantera para dejar despejada la zona del cordón umbilical.
Durante las curas no utilicéis ni yodo, ni mercromina, y si veis que el cordón está casi suelto, pendiente de un hilo, nunca tiréis de él.