Si hemos decidido introducir en nuestro acuario un Caballito de Mar, lo primero que deberemos tener en cuenta es que la mayoría de las 35 especies que podemos encontrar de este animal, se encuentran en peligro de extinción, por lo que tendremos que asegurarnos de que los ejemplares que compremos, dispongan del certificado que garantice que su tenencia está permitida.
Características del Caballito de Mar
Los Caballitos de Mar tienen la cabeza en ángulo recto con el cuerpo, su cola es prensil y le sirve para enroscarse en los tallos marinos y así permanecer sujeto en un lugar determinado hasta que el animal opta por desplazarse a otro.
Disponen de pequeñas aletas pectorales y dorsales en forma de abanico, así como una aleta dorsal que le permite desplazarse horizontalmente. En lugar de mover las aletas, las suyas vibran en el agua, lo que provoca que se desplace muy lentamente.
En ocasiones, resultará complicado encontrarlos en el acuario, ya que tienen la capacidad de cambiar de color para así camuflarse lo más posible con el entorno, llegando en ocasiones a confundirse completamente con él.
Cuidados del Caballito de Mar
Para que nuestro Caballito de Mar se encuentre cómodo en el acuario, deberemos asegurarnos de que el agua se mantenga siempre limpia y oxigenada.
En este caso, será fundamental que evitemos la utilización de dispositivos de oxigenación que produzcan burbujas de oxígeno, ya que los Caballitos de Mar suelen ingerirlas confundiéndolas con comida, lo que provoca que comiencen a flotar hasta la superficie, y posteriormente, ocasionarles la muerte.
También es necesario que el acuario disponga de algas y tallos vegetales donde el Caballito de Mar pueda sujetarse para nadar. A diferencia de otros peces, necesita ingerir el alimento vivo, y si no pueden vigilar su territorio cómodamente anclados, no tendrán la capacidad de cazar, y por lo tanto, de comer.
La dieta perfecta para el Caballito de Mar se basa en la alimentación de alevines vivíparos vivos, como por ejemplo, los guppys o los xiphos. No obstante, estas especies pueden resultar algo caras, por lo que lo más recomendable es alimentarlos con artemia viva.