Independientemente del tipo de ave que tengamos en casa como mascota, deberemos proporcionarle una serie de cuidados en lo que respecta a su alimentación, a su salud y a su bienestar físico y mental.
Dentro de este último apartado, uno de los aspectos a los que no solemos prestar la debida atención es el cuidado del pico, ya que en cautividad no se le suele desgastar de la misma manera que cuando el ave vive en libertad, lo que puede provocar un crecimiento desmesurado del mismo que termine por impedir al animal poder alimentarse con normalidad y provocarle, incluso, la muerte.
Para evitar este problema, es fundamental que en su jaula no falten elementos como ramas, las cuales, deberemos escoger con sumo cuidado para asegurarnos de que no proceden de plantas tóxicas, o los conocidos huesos de jibia, muy presentes en las jaulas de canarios y jilgueros.
Si no estamos muy seguros de cuál es el elemento que más conviene a nuestra mascota, lo más recomendable será consultar con el veterinario, quien será el encargado de asesorarnos adecuadamente.
El cuidado del pico resulta esencial en todas las especies, pero mucho más en las Psitácidas, la especie a la que pertenecen los loros, los papagayos o las cotorras, por ejemplo, debido tanto a la forma que tiene el pico como al hecho de que lo emplean como herramienta para muchas de sus actividades cotidianas.
Además de las ramas o el hueso de jibia que hemos mencionado anteriormente, también podremos poner en su jaula alguna piedra, que habremos lavado previamente para eliminar cualquier tipo de parásito o bacteria, o algún bloque mineral que puede ser adquirido en las tiendas especializadas para mascotas.
Respecto a estos bloques, cabe mencionar que están compuestos por distintos tipos de minerales, y que tienen la ventaja de que, además de ayudar al animal a desgastar su pico, enriquece su dieta aportándole un alto contenido en minerales a su alimentación.