Suelen presentarse muchas dudas a la hora de alimentar a un conejo, ya que a veces se desconoce cuál es la proporción exacta de comida que se les debe dar de cada alimento, y si éstos son beneficiosos o no para él.
Una dieta adecuada para conejos debe componerse de agua, heno (70%), verduras y frutas (20%) y pienso (10%), evitándose los dulces, los hidratos de carbono, los derivados lácteos y las semillas.
Agua
Ha de estar siempre limpia y disponible las 24 horas del día. Si el agua del grifo no es de buena calidad, se puede emplear agua embotellada.
Heno
Es el alimento principal en la alimentación del conejo, ya que gracias al alto nivel de fibra que presenta, su aparato digestivo se ve beneficiado, y sus dientes pueden ser desgastados con mayor facilidad.
La cantidad de heno ha de ser ilimitada y debe estar situado en un soporte propio en la jaula, para que de este modo no se mezcle con la paja o el lecho higiénico, presentando así un aspecto limpio en todo momento.
Se pueden encontrar una gran variedad de henos: hierbas, avena, alfalfa o trébol, y otros mezclados con manzanilla, diente de león, frutas u hortalizas desecadas, etc… que ayudarán a saciar hasta al más quisquilloso de los conejos.
Verduras y frutas
Las verduras darán el valor nutritivo a la dieta del conejo. Es recomendable ofrecerle una pequeña ensalada una vez al día con, al menos, 3 verduras crudas diferentes. Las más adecuadas son las de hoja verde, aunque se le pueden ofrecer otras verduras, hortalizas o hierbas.
Las frutas se darán en pequeñas cantidades, máximo 2 ó 3 veces a la semana, ya que contienen mucho azúcar y les engorda.
Pienso
El pienso será un complemento más a su alimentación, siendo importante que sea rico en fibra y tenga un porcentaje bajo en grasas.