El pienso con el que se va a alimentar el hámster se convertirá en una parte fundamental de su dieta, por lo que es muy importante elegir uno que se adapte adecuadamente a sus necesidades, tanto a nivel nutritivo, como morfológico.
En el mercado se pueden encontrar varios tipos, pero es necesario fijarse que el pienso que se elija contenga al menos un 16% de proteína, ya que el hámster al no estar en su hábitat natural, no es capaz de alimentarse debidamente.
Si no se encontrara un pienso con este porcentaje de proteínas, es posible suplir esta carencia ofreciéndole al hámster otro tipo de alimento, como queso o pavo, e incluso, algún insecto de pequeño tamaño, como pueden ser los gusanos de la harina.
Es muy importante también que el pienso que se elija sea específico para esta clase de roedores, ya que al ser unos animales de pequeño tamaño, un pienso con unas partículas excesivamente grandes no podría ser ingerido por el hámster.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de elegir el pienso para el hámster, es que ha de ser lo más natural posible. Si no se encontrara un pienso ajustado a lo que se busca, se podría elaborar de forma casera, empleando para ello semillas, cereales, plantas y frutos secos que estén indicados para hámsters.
Si se opta por hacer esto, lo mejor es consultar con un veterinario de animales exóticos, quien podrá recomendar un pienso ya elaborado o bien especificar las cantidades y componentes que puede llevar un pienso casero para hámsters.
Por último, es aconsejable que el pienso que se le ofrezca al hámster se coloque en un comedero pesado adaptado a su tamaño, para que éste no pueda volcarlo y acabe toda la comida por el suelo de la jaula y se mezcle con el lecho higiénico.