| Sábado 23 abril 2011 |
Crítica de la película El amor y otras cosas imposibles. Natalie Portman es una actriz como la copa de un pino, suele tener buen criterio a la hora de elegir papeles, y ahora está especialmente de moda tras “Cisne Negro” y las otras tres películas que ha hecho este año.
Aprovechando el tirón, han traído a España esta película, estrenada en 2009, y que no nos engañemos, no habría pasado nada si no llega a estrenarse.
El argumento nos presenta a Emilia (Portman), una abogada recién licenciada en Harvard que empieza a trabajar en un importante bufete de Nueva York. Emilia inicia una relación con su jefe (Scott Cohen), casado y con un hijo, provocando el divorcio de su actual mujer (Lisa Kudrow).
De su relación con el jefe, tiene un hijo que muere a los tres días de nacer, esto, unido a su mala relación con el hijo de su jefe, hace que Emilia pase por unos momentos muy difíciles.
La película en sí, se compone de hora y media de llantos y lloros, por parte de los protagonistas, como si lo de llorar no cansara. Hay problemas con el bebé que perdió, problemas con su jefe, con la ex-mujer, con el hijo, problemas con sus padres, con los vecinos, con la lactosa y hasta consigo misma.
Por suerte, los personajes resultan creíbles gracias a todas las actuaciones del reparto, ya que la pareja protagonista está espectacular e incluso Lisa Kudrow, consigue dejar de ser Phoebe por momentos.
Mención aparte merece el chaval (Charlie Tahan), que borda el papel de niño pijo y remilgado sin caer en la apatía ni en la sobreactuación. Por lo demás, es una historia sosa, cansina e injusta, no es emocionante ni emotiva y dudo de su valor como pasatiempo. Quizás raspe el aprobado para algún aficionado del género, pero en mi caso, suspenso total.