María Dolores de Cospedal, a través de la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha ha propuesto la tramitación de la disolución de la Sociedad Pública de Gestión de Infraestructuras Aeroportuarias de Castilla-La Mancha (SIA).
Dicha sociedad, establecida en junio de 2010, fue diseñada con el objetivo de inyectar capital privado, pero desde el ámbito público, al aeropuerto de Ciudad Real, tanto para su funcionamiento diario como su mantenimiento y viabilidad.
Desde la constitución de dicha sociedad, se ha invertido un total de 3.450 millones de euros aproximadamente, suponiendo además, un coste anual de 180 millones de euros, incluyendo un personal de tan sólo 3 trabajadores.
Según el Gobierno regional, “SIA no ha respondido al fin pretendido con su creación, ya que su actuación no ha contribuido a la viabilidad del aeropuerto de Ciudad Real, el cual, como es sabido, se encuentra inmerso en concurso de acreedores en el Juzgado Mercantil número 4 de Ciudad Real”.
De esta manera concluye una de los mayores fracasos en infraestructuras públicas, que había sobrevivido por la mentalidad faraónica de unos dirigentes políticos embriagados por la “Burbuja Inmobiliaria” española, y que una vez despertado del sueño, le toca a los castellano-manchegos pagar la enajenación mental de sus dirigentes.