El Cornish Rex es un gato independiente pero a la vez afectuoso, lo que demostrará disfrutando de la compañía de su dueño y su familia. Prueba de ello es que odia quedarse solo, pudiendo cambiar su carácter si esto ocurriera, por lo que es recomendable ofrecerle un compañero que lo acompañe en los momentos en los que el dueño no puede estar en casa.
Además, si se decide tener un gato de esta raza en un apartamento, será necesario educarlo a una edad temprana, ya que por norma general, el Cornish Rex es un gato muy maullador, haciendo uso de esta cualidad tanto para llamar la atención como para exigir o reprochar algo, cosa que puede conllevar problemas de convivencia tanto internos como externos al hogar.
Del mismo modo, es un gato muy sociable y juguetón que no presentará conflicto alguno al convivir con niños o con otras mascotas, aunque será necesario enseñar a que se respeten unos a otros. Si comparte entorno con otros gatos, lo más probable es que se proclame el líder de la manada, ya que el Cornish Rex es un gato muy decidido.
Una cualidad que lo hace especial, es que el Cornish Rex presenta un escaso pelaje ondulado, por lo que suelta poco pelo muerto, siendo idóneo para aquellas personas que amen tener un gato y presenten alergias leves a éstos, dado que con este gato podrán convivir sin sufrir los síntomas propios de dicha afección.
El Cornish Rex posee una gran inteligencia y es algo cotilla. Se adapta muy bien a cualquier entorno aunque prefiere los sitios cálidos y cómodos. Es importante señalar que se deben evitar los lugares fríos, debido a que podría enfermar por su escaso pelaje.
La conducta del Cornish Rex no lo es todo para la convivencia, por lo que será preciso ofrecerle otros cuidados para que ésta se presente de una manera o de otra, mostrándose fiel y amable si se le prestan dichos cuidados.