Cuando imaginamos a una tortuga, a todos nos viene a la mente la idea de un amable ser con aspecto de anciano, del que el resto de animales suelen burlarse, sin embargo, cuando nos referimos a una Tortuga Aligator, estamos hablando de un ejemplar de aspecto fiero y duro, más parecido a un caimán que a una tortuga.
Características de la Tortuga Aligator
Puede llegar a pesar hasta 80 Kg y medir unos 75 cm, presentando un caparazón repleto de espinas y un hocico picudo que le proporciona un aspecto aterrador.
El punto fuerte de su fisonomía es su lengua, la cual, es vermiforme, lo que le permite moverla en cualquier dirección a modo de un gusano, algo que resulta perfecto para atraer la atención de los peces, su principal fuente de alimento.
Carácter de la Tortuga Aligator
La Tortuga Aligator es pariente lejana de la Tortuga Mordedora común, y pese a su aspecto y a su enorme agresividad, no es un animal violento, es decir, no atacará sino se siente acorralada.
En este caso, si decidimos cogerla con la mano, se mantendrá expectante con la boca abierta, esperando a que acerquemos un dedo para modernos, de ahí que hasta que coja confianza con nosotros, deberemos mantener cierta distancia con ella.
Alimentación de la Tortuga Aligator
En principio, se trata de una tortuga carnívora, aunque con el paso de los años va incluyendo plantas y vegetales en su dieta. Puede comer desde pequeños peces y crustáceos, hasta carne de vacuno, de pollo o de cerdo.
También se puede alimentar de ratones y de insectos, y hay que tener en cuenta que disfruta cazando, por lo que es necesario ofrecerle la presa y no la comida de forma directa.
Hábitat de la Tortuga Aligator
Requiere de mucho espacio para poder moverse en libertad, por lo tanto, es necesario proporcionarle un acuario de, al menos, 90 cm de profundidad, donde la temperatura no exceda de entre los 22 y los 29oC.
Por último, y aunque no lo necesitan para sobrevivir, es aconsejable proporcionarle una pequeña “playa” de superficie donde pueda salir a descansar y tomar el sol.