Las Ardillas son unos animales con un carácter ciertamente arisco, al contrario de lo que se puede pensar a primera vista, por lo tanto, si decides adoptar a una como mascota, no esperes que desde el principio se deje coger o acariciar con normalidad, como si se tratara de un hámster.
Alimentación y cuidados de la Ardilla
Si la Ardilla es una cría, únicamente ingerir alimentos en forma líquida, los cuales, serán una mezcla de leche con cereales secos. A este respecto, es importante recordar que la leche nunca deberá ser entera.
Una vez sean ya más adultas, disfrutarán comiendo fruta, semillas, piñones, frutos secos y determinados insectos como los gusanos de la harina. En la tienda de animales donde la compres podrás asesorarte sobre su dieta.
Mantenimiento de la jaula de la Ardilla
La jaula de la Ardilla debe ser espaciosa, tanto si decidimos elaborarla nosotros mismos como si optamos por comprarla ya fabricada, pero siempre teniendo en cuenta que la Ardilla no tenga la sensación de estar encerrada, y sea capaz de trepar y correr por su interior.
En este sentido, cabe mencionar que bajo ningún concepto será recomendable juntar 2 Ardillas en una misma jaula, incluso en el caso de que sea lo suficientemente espaciosa, ya que se trata de un animal muy territorial, y por lo tanto, se encontrará en constante tensión si se ve obligada a compartir su nido.
Es importante también tener en cuenta que una Ardilla necesita salir de la jaula todos los días, por lo tanto, durante esos momentos deberemos siempre estar presentes, vigilándola y asegurándonos de que puede trepar, correr y jugar sin lastimarse.
En definitiva, la Ardilla es un animal que requiere de atención y tiempo, por lo tanto, no es el perfil ideal para aquellos que busquen mascotas tranquilas e independientes.