El Kinkajú o martilla se ha convertido en una de las mascotas más solicitadas de los últimos años, a causa de su relativa docilidad y a su amplia esperanza de vida, ya que algunos ejemplares pueden alcanzar hasta los 40 años de edad.
El Kinkajú es una especie de mono con rasgos de hurón, que a pesar de que pueden ser fácilmente domesticados, también son capaces de causar mordidas graves en sus dueños, si se sienten acosados o molestados, sobre todo, durante sus horas de siesta.
A pesar de esto, con paciencia y amor, el Kinkajú puede resultar una mascota maravillosa para el resto de nuestras vidas, por lo tanto, es fundamental que si decidimos adoptar a un Kinkajú, tengamos en cuenta una serie de consejos para que éste pueda desarrollar una vida plena y saludable.
Hábitat del Kinkajú
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que hemos diseñado un perímetro de seguridad adecuado alrededor de la casa, antes de traerlo a nuestro hogar, ya que debido a su naturaleza curiosa y escapista, el Kinkajú es capaz de serrar mallas metálicas o excavar túneles bajo tierra por donde luego podría escaparse.
En este sentido, cabe mencionar que el Kinkajú no es un animal que soporte las bajas temperaturas, sufriendo especialmente cuando éstas descienden por debajo de los 15ºC, por lo tanto, tendremos que instalar lámparas de calor alrededor del jardín que permitan mantener una sensación térmica calurosa durante los periodos fríos.
También debemos tener en cuenta que el Kinkajú es un animal de espacios libres, por lo tanto, si vivimos en un piso relativamente pequeño, tendremos serios problemas para que pueda ejercitarse plenamente.
A este respecto, cabe mencionar que el Kinkajú es un animal nocturno, por lo tanto, es posible que durante las noches se muestre especialmente hiperactivo y ruidoso, emitiendo un sonido similar al de una mujer gritando, lo que puede molestar si tenemos vecinos en los alrededores.
Alimentación
El Kinkajú presenta una dieta muy similar a la de la mayoría de los monos habituales, es decir, siente predilección por los pequeños insectos, por los pequeños mamíferos y por una amplia variedad de frutas, como por ejemplo, los plátanos, los higos, las manzanas, las peras, los melocotones, las ciruelas o los arándanos, así como por los peque
En este caso, habría que evitar que el Kinkajú comiese fresas, aguacates, chocolate, cafeína y productos lácteos, ya que por un lado, su ingesta le suele ocasionar problemas digestivos, y por otro, el consumo de cafeína o de azúcar normal le puede causar un estado de nerviosismo nada recomendable.