Las tortugas se han convertido en una de las mascotas perfectas para la vida doméstica, ya que no requieren de grandes espacios para vivir, son animales silenciosos y, a primera vista, atractivos para grandes y pequeños.
Existen muchas variedades de tortuga, aunque en términos generales, podemos dividir a las domésticas en dos clases: acuáticas y terrestres, donde cada una de ellas exigirá unas atenciones específicas, como por ejemplo, que las acuáticas se alimentan de carne, mientras que las terrestres son vegetarianas.
Veamos a continuación una serie de recomendaciones fundamentales a tener en cuenta para llevar a cabo una cría de tortugas exitosa.
Hábitat
El primer requisito para criar una tortuga en casa consiste en disponer de un lugar acondicionado con clima cálido para ella. Por ello, es recomendable que la habitación donde esté situado el terrario, cuente con calefacción para que nuestra mascota esté protegida del frío.
El terrario también debe estar adaptado al tamaño de la tortuga, siendo aconsejable ubicarlo en un sitio donde pueda tomar el sol, aunque también debe tener zonas de sombra.
Respecto a las tortugas acuáticas, éstas deberán disponer de una pequeña piscina adaptada a su tamaño y al número de ellas, donde puedan estar húmedas de forma constante.
Higiene
La higiene es básica en el cuidado de las tortugas, por lo tanto, es necesario efectuar, al menos, una limpieza semanal de su terrario para retirar las heces.
En el caso de las acuáticas, será necesario cambiar el agua de la piscina o estanque a diario. Además, es fundamental lavar bien el tanque antes de volver a llenarlo de agua para evitar que el animal pueda coger algún tipo de enfermedad.
Alimentación
La dieta de las tortugas acuáticas es muy variada, por lo que su alimentación resulta sencilla. Sin embargo, las terrestres son principalmente vegetarianas, por lo que al necesitar calcio y fósforo para mantener un caparazón fuerte, será necesario ofrecerle complementos vitamínicos que complementen su alimentación.