Actualmente está muy de moda practicar deportes caninos, que como su nombre indica, son deportes donde el perro es el protagonista, pero donde el dueño es un pilar fundamental para que se lleve a cabo, ya que en este tipo de deportes, debe existir una compenetración y confianza total entre dueño y mascota.
No todos los perros nacen predispuestos para realizar deporte, ya sea por razones genéticas o físicas, pero todos aquellos que sí lo sean deben de tener un nivel de obediencia elevado para poder llevarlo a cabo.
A la hora de escoger un deporte para el perro, hay que tener en cuenta una serie de aspectos, como por ejemplo: la edad, la raza y si el perro está en buena forma física.
En lo que respecta a la edad, habrá que esperar a que el perro se haya desarrollado por completo para poder comenzar a practicar algún deporte con él, lo que suele producirse alrededor del año de vida, variando según la raza. Mientras, se escogerán otro tipo de ejercicios como pasear, corretear y jugar con el perro.
En cuanto a la raza, es evidente que hay deportes pensados para ciertos tipos de raza, ya sea por su tamaño o por sus cualidades. Por ejemplo, el “mushing” es adecuado para perros con una naturaleza de carga y con una musculatura fuerte, como el Husky Siberiano; mientras que el “herding” es un deporte pensado para perros pastores, como el Pastor Alemán o el Border Collie.
Otros deportes aptos para todo tipo de razas son el “agility”, el “flyball”, el “canicross”, etc… siempre y cuando los perros tengan una buena forma física y aptitudes para correr. Si por el contrario, el perro presenta alguna enfermedad física o lesión, no se aconseja que practique ningún tipo de deporte, ya que lo único que se podría conseguir es que se dañara aún más.
En cualquiera de los casos, lo más recomendable es pedir consejo a un veterinario sobre qué deporte se adecúa mejor al perro en cuestión.