Para que nuestros peces se sientan cómodos y felices en el acuario, debemos intentar que éste se parezca lo máximo posible a su entorno natural, algo que conseguiremos añadiendo plantas y otros elementos, como piedras o gravilla, de tal modo que además de crear un ecosistema marino natural, lograremos un efecto decorativo muy atractivo.
En lo que respecta a las plantas, no sólo deben cumplir una función decorativa, sino que además, nos van a proporcionar la ayuda necesaria para mantener nuestro acuario en el mejor estado posible, aportando oxígeno al agua y contribuyendo a eliminar el CO2 y otros deshechos producidos por nuestros peces.
Sin embargo, si decidimos incorporar plantas naturales en nuestro acuario, debemos recordar que, al igual que los peces, son seres vivos, y por lo tanto, es imprescindible que las cuidemos y las alimentemos, hecho que muchos propietarios ignoran, por lo que al cabo de un tiempo, se encuentran con que sus plantas no llegan a sobrevivir más allá de unas semanas.
En este sentido, disponer de plantas naturales también implica que deberemos proporcionar más luz al acuario, que en caso de que fueran artificiales, ya que esta luz resulta necesaria para que puedan realizar la fotosíntesis y mantener un desarrollo pleno.
También deberemos emplear un sustrato adecuado para que las plantas puedan echar raíces, para lo cual, bastará con utilizar una capa de arena de unos 6 u 8 cm, cuyo grosor no sea ni muy fino ni muy grueso, sino de tamaño medio.
Así pues, y al igual que sucede con los peces, las plantas requerirán de un periodo de aclimatación al acuario, sobre todo si las hemos adquirido en un invernadero.
Además, debemos asegurarnos de que ninguna de las plantas que adquiramos resulte tóxica para nuestros peces, ya que lo más seguro, es que las mordisqueen.
Por último, deberemos tener en cuenta la temperatura del agua de nuestro acuario y, en función de ésta, podremos adquirir unas u otras plantas.