Un Arriete es un espacio de nuestro jardín colocado delante de un muro o seto donde se cultivan plantas vivaces o perennes con intención ornamental, para ello es preciso medir y delimitar el espacio, que lo podremos hacer con unas maderas o piedras para que sea más decorativo aún si cabe.
Una vez delimitado, tenemos que preparar el terreno, siendo la primavera o el otoño la mejor época para hacerlo, ya que es cuando la tierra es más fácil de trabajar. Cavaremos bien el suelo eliminando las malas hierbas que nos encontremos y esparciremos compost orgánico que será mezclado con la tierra.
A la hora de seleccionar nuestras plantas, tendremos que hacerlo con criterio, escogiendo aquellas que presenten diferentes alturas y distintas épocas de floración, manteniendo así nuestro Arriete decorado todo el año. En este paso, podremos ir añadiendo plantas de temporada en función de la estación.
Lo más importante es que las plantas con menor envergadura estén en la parte delantera del Arriete y aquellas que presenten una mayor altura, en el fondo, consiguiendo así un aspecto escalonado.
De este modo, en la parte más externa colocaremos plantas que no superen los 30 cm de altura, en la parte central, ubicaremos aquellas que sean más altas que las anteriores, pero asegurándonos de que una vez desarrolladas por completo, no bloqueen las que irán detrás de ellas. Por último, en el fondo colocaremos las de mayor altura, asegurándonos de que nunca superen el metro de altura.
A la hora de realizar la composición, deberemos tener en cuenta el entorno que la rodea, jugando con los tamaños y los colores de las plantas, así como su época de floración, para que nuestro Arriete contraste la belleza de su visión durante todo el año.
Es importante recordar, que aunque al principio puedan quedar huecos entre las plantas, resulta imprescindible dejar un espacio entre ellas, para que durante su desarrollo no se amontonen y tengan libertad para crecer y expandirse.
Por último, concluiremos nuestro Arriete realizando un riego general que hidrate y asiente la tierra.