A la hora de ir a comprar una iguana para adoptarla como mascota, es fundamental que tengamos en cuenta una serie de aspectos previos, que nos ayuden a tener una idea clara de lo que supone tener una iguana como mascota.
Hábitat
Las iguanas crecen de tamaño, pudiendo alcanzar, algunas especies, hasta los 2 m de longitud. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que podrá necesitar, como mínimo, un terrario de unas dimensiones similares a las de una habitación.
Ambiente
Son reptiles, animales de sangre fría, por lo que necesitarán de luz y calor a determinadas horas para que su organismo pueda digerir y asimilar los nutrientes de los alimentos, además de para mantener su temperatura corporal.
Alimentación
No sólo necesitan pienso, sino que además hemos de proporcionarles verdura y fruta fresca a diario. Si no disponemos de tiempo para dedicarle a la preparación diaria de su comida, entonces no deberemos tener una iguana como mascota.
También requieren de vitaminas y calcio extra en determinados periodos, como por ejemplo, la época de muda.
Higiene
Las iguanas adoran bañarse en el agua, por esa razón es imprescindible que siempre le tengamos preparada una bañera de buen tamaño dentro del terrario y que el agua sea cambiada todos los días.
Certificado
No debemos olvidar que a la hora de adquirir una mascota de este tipo, es obligatorio solicitar su número de CITES, el cual, es un número de identificación que nos garantiza que nuestra iguana es totalmente legal, es decir, que no la han traído mediante contrabando.
Así pues, deberemos rechazar cualquier iguana que nos quieran vender sin dicho número de identificación.
Visitas al veterinario
Deberemos llevar a nuestra iguana regularmente al veterinario, no sólo para sexarla, sino también para llevar un control sobre su evolución y crecimiento, así como para que puedan aplicarle los correspondientes controles sanitarios con respecto a parásitos, enfermedades, carencias nutricionales, etc.