El Pato Muscovy, también conocido como “pato criollo”, es originario de América del Sur, aunque también ha surgido y se ha desarrollado en Egipto. Es un pato que fue domesticado por los indígenas americanos antes de la llegada de los europeos, por lo que su imagen puede verse representada en diversos hallazgos arqueológicos.
En este caso, no los criaban para comérselos posteriormente, sino que la domesticación tenía por objetivo que se comieran insectos y otros animales que abundaban en la zona, y que resultaban molestos para las personas de los asentamientos.
Cuando los europeos aterrizaron en América, decidieron traer algunos ejemplares a Europa, y posteriormente, los trasladaron a Asia, en donde empezaron a servir como alimento. De él aprovechaban tanto su carne como sus huevos, ya que se trataba de un animal muy sabroso que incluso podía llegar a pesar 5 kilos en el caso de los machos.
Características del Pato Muscovy
El Pato Muscovy es una raza de pato que presenta una gran resistencia física, y que no requiere de excesivos cuidados, ya que además, dispone de una capacidad para asimilar al máximo los nutrientes de los alimentos, de ahí que a pesar de comer poco, se muestre siempre enérgico.
Una de sus principales características radica en unos caruncles rojos y carnosos que presenta en su cara (en la zona alrededor de los ojos y también en la base del pico). En este caso, el Pato Muscovy es un ejemplar muy distinto a cualquier otro pato, genéticamente hablando, por lo que a pesar de poder cruzarse con un pato común, las crías producto de esa unión serán estériles.
Los machos suelen seguir a las hembras cuando tratan de aparearse, haciéndolo con un movimiento de cabeza muy característico, que va de delante hacia atrás, emitiendo un sonido con su respiración silbante y bajo.