Aunque parezca lo contrario, es posible conseguir que la caja de arena de nuestro gato no huela, para ello, lo único que deberemos hacer será limpiar de forma adecuada, seleccionar la arena y la caja perfectas, renovar el aire de la zona y escoger ambientadores agradables.
Veamos a continuación algunos consejos para mantener el “baño” de nuestro gato sin malos olores, y por consiguiente, el resto de la habitación.
Cómo limpiar la caja de arena
Lo más importante para lograr que la caja de arena de nuestro gato no huela de forma desagradable es la limpieza. Para ello, deberemos revisar la caja dos veces al día y retirar las deposiciones que encontremos. Además, dos o tres veces a la semana tendremos que renovar la arena, lavando primero la caja con agua y jabón. Una vez al año deberemos cambiar la caja, ya que con el tiempo, el olor se irá integrando en la superficie de la misma.
Tipos de arena y areneros
Respecto a la arena, deberás optar por la conglomerante, ya que además de limpiarse mejor, reduce los malos olores. Eso sí, los gatos suelen preferir los sustratos de grano fino y sin perfume.
Por otro lado, es recomendable que escojamos areneros cubiertos para que los olores no se propaguen por toda la casa. En este caso, algunos vienen con filtro incorporado, lo que también ayuda a reducir los hedores.
Ambientadores
Sobre los ambientadores, debemos tener en cuenta que muchos gatos rechazan los ambientadores y los desodorantes, sin embargo, si nuestro gato los acepta o tolera, no debemos dudar en emplearlos, ya que nos ayudarán a mantener el buen olor en la casa.
Por supuesto, para evitar los malos olores es necesario colocar la caja en un lugar aireado, donde pueda renovarse el ambiente.