Llega el verano, el calor, la playa y, quizás, las medusas. A menudo nos llegan noticias de playas a las que llegan grandes cantidades de éstas que obligan a evacuar la playa y a no poder bañarse.
No obstante, en la mayoría de las ocasiones, no suelen venir en gran número, aunque eso no evita que en algún momento determinado nuestro hijo sufra la picadura de una de ellas, lo cual supone un gran problema, ya que la reacción de una picadura de medusa en un niño resulta más intensa que en un adulto.
En este caso, los tentáculos de las medusas están recubiertos de unas células que producen urticaria e irritación, y que al entrar en contacto con la piel, inyectan una sustancia venenosa (neurotóxica) que puede provocar sensación de ardor, de escozor o de hormigueo eléctrico en la zona de contacto.
También puede generar lesiones en forma de ampollas o úlceras (suelen picar mucho y son bastante dolorosas). Si este síntoma va a más, puede llegar a provocar dificultades respiratorias, vómitos y calambres musculares.
Cómo tratar una picadura de Medusa
– Comprobar que no queden residuos de los tentáculos adheridos o incrustados en la piel del niño. En caso de que esto sea así, no se deberá lavar la zona con agua dulce, agua caliente o hielo.
– Evitar frotar o rascarse la zona afectada, ya que esto puede mantener la liberación del «veneno» y empeora los síntomas.
– En caso de que una persona cualificada no pueda examinar el caso de forma inmediata, se limpiará la zona con vinagre o con agua de mar y se cubrirá hasta recibir atención médica.
– Los residuos se eliminarán cuidadosamente con pinzas o agujas, y siempre en condiciones higiénicas idóneas.
– Una vez eliminados los residuos, se deberán aplicar cuidados antisépticos, ya sea con alcohol o yodo.
– Para reducir la inflamación se administrarán corticoides tópicos, a los que se podrá añadir un antihistamínico oral (en caso de picor), o bien, paracetamol o antiinflamatorios orales (en caso de dolor).
– El médico podrá recomendar llevar a cabo curas con antibiótico en pomadas si ve riesgos de infección.
Cómo evitar la picadura de Medusa
Evitar los baños en zonas donde abunden las medusas.
Vestirse con tejidos gruesos (neopreno o lycra gruesa), ya que permiten proteger del contacto directo.
Evitar tocar animales o desechos marinos, ya que aunque parezcan muertos pueden liberar el veneno.