Es importante que sepamos actuar a tiempo si nuestro gato se comporta de manera agresiva con otras personas u animales, ya que esta conducta, de no tratarse, podría generar consecuencias irreparables.
Este comportamiento puede producirse por distintos motivos, aunque el sentirse acorralado, el miedo o la defensa de su territorio, su prole o su propia integridad son las causas principales.
Veamos a continuación las posibles causas de esta agresividad, así como la forma más efectiva de actuar para tratarla.
Causas de la agresividad en el gato
Además de todas las causas que hemos mencionado anteriormente, los gatos suelen ser agresivos debido al juego violento, a un exceso de caricias o al dolor.
También es bastante común la agresión redirigida, la cual, es el tipo de comportamiento producido cuando un felino está enfadado con algo o alguien al que no puede acceder y descarga su frustración arremetiendo con alguien de la familia. En este caso, también podemos mencionar la agresión idiopática, cuya causa principal se desconoce o no se ha podido diagnosticar.
Cómo actuar ante la agresividad del gato
Para evitar los problemas de agresividad en nuestro gato, es importante que hayamos socializado a nuestra mascota desde pequeña. Además, deberemos conocer a la perfección su lenguaje corporal, para así saber cuándo es el momento de retirarnos.
De este modo, si observamos que nuestro felino está nervioso y con ganas de atacar, lo mejor es que no intentemos calmarlo acercándonos para acariciarlo.
También es fundamental que estudiemos las distintas causas e intentemos evitarlas. Para averiguar por qué nuestro gato se vuelve agresivo, primeramente deberemos preguntarnos hacia quién dirige su ira, qué estaba haciendo el gato en ese momento, cada cuánto tiempo se produce dicho comportamiento, etc. Y en ese caso, plantear la estrategia a utilizar en función de las respuestas que obtengamos.
Por último, es recomendable que consultemos con nuestro veterinario, ya que la causa de esta conducta podría deberse a algún problema médico. Además, un experto médico podría ofrecernos las pautas necesarias para solucionar este comportamiento.