No suele ser lo más habitual en una empresa, sin embargo, en determinadas ocasiones las empresas se ven obligadas a asumir una carga de trabajo repentina y, por lo tanto, necesitan contratar más personal.
En la mayoría de estos casos, el incremento será sólo temporal, por lo que pasadas unas semanas o meses, la empresa regresará a su estado inicial tras dicho periodo de acumulación de trabajo, por lo tanto, será necesario que la inversión realizada sea mínima.
Veamos a continuación las alternativas más económicas que permiten ajustarse a esta nueva situación.
Recuperación y actualización de equipos informáticos antiguos
Una de las primeras cosas que se debe hacer en estos casos, sobre todo si el incremento es progresivo, consiste en recuperar equipos informáticos antiguos y volverlos a poner en funcionamiento.
El problema de esta alternativa radica en que, por lo general, estos equipos están desfasados y tardan en arrancar, en abrir las aplicaciones o en ejecutar varios programas de forma simultánea, razones por las que fueron sustituidos.
Sin embargo, para solucionarlo, es posible actualizarlos o potenciarlos mediante la instalación de otras piezas presentes en otros equipos antiguos, como por ejemplo, añadiéndoles más memoria RAM, una tarjeta gráfica más potente o sustituir los monitores, los cuales, posiblemente tengan una pantalla reducida y además ocupen mucho espacio.
En este caso, la adquisición de equipos de segunda mano puede resultar una excelente alternativa.
Puestos de trabajo rotativos
Al haber incrementado la plantilla, será fundamental establecer una organización eficaz que permita gestionar adecuadamente esos nuevos puestos de trabajo.
Así pues, si la mayoría del trabajo se realiza delante de un PC, será posible establecer un sistema de trabajo rotatorio, donde un empleado que llegue a la oficina pueda realizar su trabajo desde cualquier terminal de la misma, sin necesidad de recurrir a un mismo equipo siempre.
En estos casos, es imprescindible estructurar el trabajo para que el perfil de cada usuario esté disponible independientemente del equipo desde el que se conecte, de tal modo que tanto los documentos de trabajo como el historial de navegación y las contraseñas, se encuentren almacenadas en la red privada de la oficina, y se pueda acceder a ellos desde cualquier terminal.
Que los empleados aporten el equipo de trabajo
Al igual que en muchas ocasiones se solicita a un empleado una serie de requisitos para acceder al puesto de trabajo, como por ejemplo, que dispongan de vehículo propio, es posible exigirles que dispongan de su propio portátil para poder trabajar.
En este caso, lo que se debe tener en cuenta es que el portátil del empleado no debe almacenar datos confidenciales de la empresa, sino que éstos deben estar guardados en la red, donde el empleado únicamente pueda acceder a ellos mientras trabaja en la oficina.
Utilización de Escritorios virtuales
Esta alternativa puede resultar muy eficaz ante la carencia de dispositivos en la oficina, ya que gracias a estos Escritorios virtuales, el empleado podrá realizar su trabajo de forma telemática, es decir, a distancia desde su propia casa, ya que el entorno de trabajo se encontraría alojado en la red, y el empleado únicamente tendría que conectarse mediante unos datos de autenticación.
La segmentación es la clave
Por último, cabe mencionar que para superar estas situaciones de crisis, la tecnología no siempre es la única opción, sino que por ejemplo, establecer una organización segmentada del trabajo, donde unos empleados realicen el trabajo principal desde la oficina y otros ofrezcan soporte a pie de campo fuera de ella, puede resultar la mejor manera de optimizar los recursos de la empresa en este tipo de situaciones.