Las personas celíacas presentan intolerancia al gluten de trigo, de la cebada, del centeno y, probablemente, de la avena. Por esta razón, si vuestro bebé es celíaco, es fundamental que no ingiera nunca ningún alimento que contenga estos cereales, ya que de lo contrario, le produciría inflamación intestinal, vómitos y diarrea.
¿Cómo saber si el bebé es celíaco?
Reconocer la celiaquía es una tarea complicada, sobre todo en bebés, ya que no existe una edad concreta en la que suela manifestarse de forma más frecuente, y además, el hecho de que no sepan hablar, dificulta poder reconocer con certeza lo que le está pasando.
Por estos motivos, la mejor manera de detectar si vuestro hijo es celíaco consiste en observar sus síntomas, los cuales, deberán coincidir con los siguientes:
– Diarrea abundante.
– Vómitos.
– Pérdida de peso.
– Cansancio continuado.
– Problemas de crecimiento.
– Distensión abdominal (la barriguita se le pone dura).
– Introversión y excesiva dependencia.
– Pelo frágil.
– Dislexia, hiperactividad o incluso autismo leve.
– Defectos de esmalte en los dientes.
– Dificultades en la coagulación en la sangre.
¿Cómo se debe actuar si se detectan los síntomas?
Si observáis la mayoría de estos síntomas en vuestro hijo, tendréis que acudir al médico lo más pronto posible, descartando la idea de que retirando los alimentos con gluten de su dieta se solucionará, ya que lo único que conseguiréis será dificultar el diagnóstico y prolongar el sufrimiento de vuestro bebé.
Una vez en el hospital, lo primero que se le practicará será un análisis de sangre para corroborar vuestras sospechas, y en caso afirmativo, se le realizará una biopsia intestinal para comprobar el alcance del daño, y por supuesto, las medidas que deben aplicarse para paliar los síntomas.