El Agracejo Rojo (Berberis thunbergii var. Atropurpurea) es un arbusto de origen japonés que se puede reproducir tanto por semillas como por esquejes. En esta ocasión optaremos por la reproducción por esquejes, ya que además de ser muy sencilla, únicamente necesitaremos un sobre de hormonas de enraizamiento para garantizar el éxito en el crecimiento del ejemplar.
La mejor época del año para realizar los esquejes de un Agracejo Rojo será en otoño, coincidiendo con el momento de la poda, ya que se trata de un seto protector.
En este caso, tendremos que cortar las ramas en oblicuo o bisel, para así minimizar los riesgos de infección por hongos, los cuales, podrían comprometer el objetivo del esqueje, e incluso, acabar con la vida del ejemplar.
A continuación, deberemos retirar las hojas de la zona inferior antes de impregnar el tallo en las hormonas de enraizamiento, para posteriormente, trasplantarlo a un pequeño tiesto con sustrato universal.
A este respecto, resultará conveniente efectuar varios esquejes, por si alguno no terminara de enraizar. Una vez que el brote agarre, podremos proceder a trasplantarlo tanto a una maceta como a la tierra de forma directa, dependiendo de nuestras necesidades.
Respecto a los cuidados posteriores, la verdad es que no son muchos, ya que se trata de un arbusto poco exigente. Podremos ubicarlo, normalmente, en zonas de sol o semi-sombra, ya que tolera muy bien ambos ambientes. Es un arbusto que resiste muy bien las sequías, aunque requiere, eso sí, de un suelo bien drenado.
Por último, intentaremos mantener el esqueje en un sitio resguardado y con el sustrato húmedo, aprovechando además los tallos de la poda para elaborar un centro decorativo, el cual, podremos ubicar tanto en el interior del hogar como fuera, y que servirá como perfecto complemento ornamental.