Si tenemos una tortuga como mascota, entonces debemos tener especial cuidado con que no padezca Avitaminosis, una enfermedad muy habitual en este tipo de reptiles, producida por una mala alimentación y la falta de exposición al sol. Entre sus principales síntomas destaca el reblandecimiento del caparazón, los ojos cerrados, la ausencia de actividad física debido al agotamiento general, y por supuesto, la falta de apetito.
La Avitaminosis, también conocido como déficit vitamínico o hipovitaminosis, se define como una deficiencia en el nivel de vitaminas que el organismo requiere habitualmente.
En el caso de las tortugas, nos estaríamos refiriendo a una carencia de vitamina A, por lo tanto, para poder tratar esta enfermedad es fundamental ofrecerle a nuestra mascota distintos complejos vitamínicos.
Causas de la Avitaminosis
El déficit de vitamina A es muy frecuente en los pequeños galápagos cautivos, ya que suelen recibir dietas pobres, a nivel nutricional, a base de crustáceos secos. Por lo tanto, una manera de prevenir esta enfermedad consiste en ofrecerle una dieta con piensos específicos para tortugas, la cual, debe ser combinada con sesiones de exposición a la luz del sol, las cuales, le proporcionarán el aporte vitamínico complementario que necesitan.
Cómo tratar la Avitaminosis
Además de tratar las complicaciones derivadas de esta enfermedad, como por ejemplo, la conjuntivitis, la otitis o la neumonía, se deberá corregir la dieta de la tortuga, aportándole vitamina A, cuya dosis debe de estar muy calculada para no generar un problema de hipervitaminosis.
Por lo tanto, deberemos consultar con un veterinario para establecer la cantidad adecuada para nuestra tortuga.
Uso de los complejos vitamínicos
Afortunadamente, en la actualidad son muchas las marcas que comercializan diferentes suplementos vitamínicos para tortugas. Si se emplean de forma correcta, es decir, con la frecuencia recomendada por las instrucciones de cada producto, o bien, por el veterinario, es posible evitar la aparición de la Avitaminosis.