El acné canino, al igual que el acné humano, es un problema en la piel causado por la obstrucción de los folículos pilosos provocada por diversas sustancias, como por ejemplo, la queratina y el sebo, los cuales, almacenan los residuos dentro de los poros. Además, hay que tener en cuenta que el acné también puede estar causado por algunos problemas graves como las infecciones por ácaros, la tiña o determinadas alergias.
Aunque pueda parecer increíble, el acné canino resulta bastante similar al humano. De hecho, como suele pasar con los humanos, a quienes les afecta durante la pubertad, en los perros suele ocurrir entre los 3 y los 12 meses de vida, aunque eso sí, es más común en razas de pelo corto como el Boxer, el Doberman Pinscher o el Gran Danés.
Síntomas del Acné Canino
Los perros que padecen de acné suelen desarrollar espinillas o comedones que se multiplican en zonas como la boca, los labios y la barbilla, aunque también pueden observarse en la zona interior de los muslos, el abdomen y la cola.
A este respecto, hay que tener en cuenta que si no se trata a tiempo, el perro puede llegar a sufrir hinchazón, costras y más puntos negros, provocando en el animal una infección secundaria de la piel, la cual, le causaría irritación, picazón y dolor.
Tratamiento del Acné Canino
Aunque no es posible curar el acné canino de forma total, sí que puede ser controlado con un tratamiento adecuado, el cual, suele consistir en una limpieza diaria del área afectada con productos específicos y, en casos severos, aplicando peróxido de benzoílo, alternado con un antibiótico específico para esta afección, que es la mupirocina.
Tal y como hemos mencionado, en los casos más graves, deberemos emplear antibióticos sistémicos y paños de agua tibia.