Cuando traemos un conejo a casa, éste se encontrará nervioso y asustado debido al cambio de hábitat, por lo que debemos asegurarnos de que, a su llegada, dispongamos de todo lo necesario para que se encuentre tranquilo y seguro, y de este modo se aclimate lo mejor posible a su nuevo hogar.
Para lograrlo y proporcionarle las mejores condiciones posibles, debemos prestar especial atención a la elección de su jaula, teniendo en cuenta tanto la raza como el tamaño que pueda alcanzar de adulto, si es el caso de que traemos a casa un ejemplar joven.
Tamaño y material de la jaula
El tamaño mínimo de la jaula deberá ser de, al menos, 60 x 40 x 40, aunque dichas dimensiones podrán variar, teniendo en cuenta, tal y como hemos dicho antes, las características particulares del animal que hayamos decidido traer a casa.
Respecto al material, las jaulas de plástico resultan más sencillas de limpiar. En este sentido, no debemos olvidar que es necesaria una limpieza diaria de las zonas en las que el animal haya orinado, así como una limpieza más profunda una vez a la semana. Por esta razón, tendremos que observar si resulta fácil de desmontar y limpiar, para así facilitar dicha tarea.
Bandeja inferior de la jaula
En ella deberemos colocar un material absorbente orgánico, como por ejemplo, serrín prensado, virutas de madera o arena de maíz, evitando emplear arena para gato, ya que podría lastimarle y causarle problemas respiratorios.
Tampoco es recomendable emplear papel de periódico, porque se lo puede comer y la tinta le puede causar problemas digestivos.
Ubicación
La jaula debe estar situada en un lugar ventilado, donde no haya corrientes de aire y a ras de suelo para así evitar posibles caídas y accidentes.
Si por falta de espacio nos vemos en la obligación de colocar la jaula en un lugar alto, deberemos asegurarnos de que no exista la posibilidad de que pueda caerse.