Los conejos, al igual que los gatos, son animales que se encargan de cuidar y mantener limpio su pelaje, pero a diferencia de éstos, los conejos no pueden expulsar el pelo ingerido. Es por esta razón que el cepillado en los conejos es muy importante, ya que con él, se evita que el conejo ingiera pelo en exceso llegando a padecer problemas digestivos.
A la hora de cepillar a un conejo, hay que tener en cuenta que esta situación le puede provocar estrés, por lo que el cepillado debe hacerse con una actitud segura pero con mucho cuidado y mimos, siendo recomendable pedir consejo al veterinario sobre cómo cogerlo para no lastimarlo.
Las zonas en donde se debe poner más interés a la hora de peinar a un conejo son: la barriga, detrás de las orejas y encima de la cola, ya que es donde más pelo muerto tiene.
La frecuencia del cepillado en conejos de pelo corto será entre 2 ó 3 veces por semana, y en conejos de pelo largo, entre 3 ó 4 veces por semana, siendo aconsejable hacerlo diariamente. En ambos casos, el cepillado tendrá que ser diario en épocas de muda.
En los conejos de pelo largo habrá que poner mayor atención, ya que son propensos a tener nudos en su pelaje, por lo que si no se desenreda de manera fácil, no se forzará, sino que se cortará dicho nudo con unas tijeras de punta redonda, teniendo cuidado de no dañar al conejo.
Los tipos de cepillos o peines que se utilizan para el cepillado del conejo, dependerán del tipo de pelaje que éste tenga, destacando:
– Peine metálico plano. Utilizado en conejos de pelo largo para desenredar los nudos.
– Fuminator. Empleado en la época de muda, especialmente en conejos de pelo largo.
– Cardas. Retira el pelo muerto y proporciona ahuecamiento en conejos de pelo largo.
– Cepillo doble. Utilizado en conejos de pelo corto. Las cerdas metálicas almohadilladas peinan y retiran el pelo muerto, y las suaves, dan brillo al pelo.
– Manopla. Más flexible y fácil de utilizar que un cepillo. Recomendable para conejos de pelo corto.