Si tenemos la intención de mantener a nuestros peces en perfecto estado, una rutina de la que no nos podemos olvidar es la limpieza del acuario.
Para llevar a cabo esta tarea, debemos tener en mente que la falta de higiene puede resultar tan perjudicial para nuestras mascotas como el exceso de la misma, por lo tanto, tampoco deberemos obsesionarnos con limpiarlo con demasiada frecuencia.
Otro aspecto a tener en cuenta es que nunca deberemos emplear jabones o detergentes, ya que pueden resultan mortalmente tóxicos para los peces.
Pasos para limpiar el acuario
La limpieza del acuario deberá aplicarse una vez al mes, momento en que deberemos renovar el agua, pero siempre habiéndola tratado previamente y nunca verter agua procedente directamente del grifo. Así pues, bastará con dejarla en reposo el día antes para poder usarla.
En este sentido, tampoco debemos retirar completamente el agua antigua del acuario, sino renovar aproximadamente una cuarta parte de la misma.
La grava acumulada en el fondo del acuario se limpiará mediante la acción de un sifón específico, el cual, podrá ser adquirido en cualquier tienda especializada.
Tal y como hemos mencionado anteriormente, cuando vayamos a limpiar los cristales del acuario no deberemos emplear ningún tipo de detergente, ni siquiera cuando sólo lo apliquemos por la parte exterior.
En este caso, lo más recomendable será utilizar simplemente una esponja humedecida, y limpiarlos cuando hayamos eliminado parte del agua antigua y justo antes de verter la nueva.
También deberemos siempre acordarnos de la limpieza de los filtros, elemento fundamental en la viabilidad del acuario, siendo recomendable hacerlo un día distinto al de la limpieza de los cristales y del cambio del agua.
Además de lo que podamos hacer nosotros, podemos incorporar al acuario peces limpiadores que devoren las algas y los restos de comida flotantes, no obstante, antes de introducirlos deberos asegurarnos de su compatibilidad con los ejemplares de nuestro acuario, ya que de lo contrario, podrían provocar problemas de convivencia graves.
Por último, es fundamental aprovechar los días de limpieza para comprobar el nivel de pH y dureza del agua.