Cómo iniciar un negocio con poco dinero

¿Cómo montar un negocio con poco capital? Esa es la pregunta que se hacen muchas personas que no disponen de trabajo o no se sienten satisfechas con su empleo actual. Tener un negocio propio proporciona muchas ventajas, incluyendo sobre todo, el hecho de ser tu propio jefe, sin embargo, en muchas ocasiones nos echamos atrás pensando que necesitamos una inversión económica alta para llevarlo a cabo, algo que resulta erróneo, ya que es posible emprender una actividad empresarial con un aporte de capital bajo. Veamos a continuación cómo podemos hacerlo.

El hogar como oficina de trabajo

Debemos pensar si realmente necesitamos disponer de un local específico para atender a los clientes o para realizar las tareas administrativas del negocio. Si no se trata de un establecimiento comercial, lo más aconsejable es que al principio podamos emplear nuestra propia casa como sede principal del negocio, reservando como oficina o sala de reuniones alguna de las estancias.

Ahorrar costes con una tienda online

Si tenemos pensado dedicarnos a una actividad puramente comercial, podemos valorar trabajar como una tienda online, en la que Internet sea nuestro escaparate para vender a todo el mundo, pagando solamente una mínima parte de lo que costaría el mantenimiento de un local físico (alquiler, luz, agua, seguro, alarma, mobiliario, etc…).

En este caso, existen multitud de servicios prediseñados para instalar nuestra propia tienda online en una página web de nuestra propiedad, donde los gastos de alojamiento en un servidor y dominio propio serán muy reducidos. Si no sabemos cómo hacerlo y pretendemos obtener un resultado 100% profesional, podemos optar por contratar a un diseñador web.

Alquilar en vez de comprar

Si irremediablemente necesitamos disponer de presencia física para el funcionamiento de nuestro negocio, podremos optar por alquilar la oficina y el material que necesitemos (ordenadores, mobiliario, etc…), antes que adquirirlos de forma definitiva.

Convenios con los proveedores

Como nos encontramos al inicio de una aventura empresarial, no tenemos mucho que ofrecer, sin embargo, a nuestros proveedores les interesa que crezcamos profesionalmente y que, en el medio plazo, nos convirtamos en un cliente fijo. Por ello, será necesario que negociemos una serie de convenios con ellos, prestándoles servicios directos en lugar de dinero a cambio de su mercancía, o fijando otro tiempo de intercambio que no suponga aportar más dinero.

Expansión de franquicias

Si disponemos de una idea de negocio y poseemos de un determinado capital ahorrado, pero no el suficiente como para realizar toda la inversión necesaria, siempre podemos recurrir a una franquicia que nos lo dé todo hecho a cambio de un desembolso inicial reducido. Las cantidades variarán dependiendo del tipo de negocio y el tamaño de la empresa, no obstante, todo será cuestión de preguntar e informarse.

Marketing en las redes sociales

Aprovechemos el enorme poder de las redes sociales para publicitarnos y llegar a un gran número de potenciales clientes con una inversión muy pequeña. En la actualidad, casi todas las redes sociales ofrecen herramientas para anunciarnos directamente en ellas, al igual que en el buscador de Google. Aprovechemos también para mejorar el posicionamiento de nuestra web en los buscadores aplicando técnicas de SEO, publicando actualizaciones y ofertas en los perfiles 2.0 de nuestra empresa.

Búsqueda de financiación externa

Si no nos llega con el capital ahorrado, podemos buscar socios que aporten capital a la empresa. En caso de que se trate de una empresa relacionada con las TIC, es recomendable asistir a eventos sectoriales en los que se pueda exponer nuestra idea de negocio a posibles inversores interesados (“business angels”).

Limita la contratación de personal

El simple coste de los sueldos puede provocar que el negocio colapse en los primeros meses, antes de que sea capaz de consolidarse. Por dicha razón, si no es estrictamente necesario, podemos encargarnos nosotros mismos de la mayoría de las tareas que requiera la empresa, ahorrándonos con ello miles de euros.  En caso de que sea imprescindible realizar algunas contrataciones, deberemos escoger adecuadamente el tipo de contrato que realizaremos al empleado, para así intentar optimizar gastos (jornada completa, a tiempo parcial, a comisión, etc…).

Escoge bien el negocio

Existen muchos oficios y profesiones del sector servicios que podemos ejercer sin apenas invertir en material, como por ejemplo, asistencia a domicilio, comunicación, artesanía, animación cultural, clases particulares o venta de artículos de segunda mano… Debemos acertar a la hora de escoger una actividad empresarial que se nos dé bien y que nos proporcione rédito económico.