En plena era de las nuevas tecnologías, la vida resulta cada vez más sedentaria para los niños, quienes pasan sentados la mayor parte del día. Sin embargo, sabemos que realizar ejercicio proporciona multitud de beneficios para la salud, tanto a nivel físico como mental. En el caso de los más pequeños, además, el deporte les enseña a esforzarse y alcanzar nuevas metas, a trabajar en equipo y a cultivar la amistad y el compañerismo.
No obstante, la pregunta que se nos plantea es: ¿Cómo podemos conseguir que nuestros hijos se despeguen del sofá y los mantengamos alejados de la videoconsola y el móvil durante, al menos, unas horas al día? Veamos algunas ideas:
Deporte en familia
Lo fundamental en estos casos es predicar con el ejemplo, por lo tanto, es importante empezar a hacer deporte todos juntos: una excursión el fin de semana, un paseo en bicicleta o un partido de baloncesto, pero siempre juntos en familia.
Motivación
Es importante apoyar en todo lo que sea posible al niño o la niña, motivándolos con pequeños objetivos que puedan alcanzar, y que éstos sean recompensados.
Regalos activos
Bicicletas, balones o juegos de raquetas, pueden ser una forma sutil de animarles a realizar ejercicio al aire libre.
Apostar por la diversión
Cada niño tiene sus preferencias a la hora de realizar un deporte, por lo tanto, no debemos apuntarle a baloncesto, si lo que a él le gusta realmente es el fútbol. Por ello, será importante preguntarle por sus gustos y elegir de forma consensuada.
Mascotas como compañeros
Si un niño es demasiado perezoso, quizás una mascota pueda ser una buena idea para que abandone su apatía, y además, aprenda lo que es la responsabilidad de cuidar y atender las necesidades de otro ser vivo.
No a los vehículos
Siempre que la distancia lo permita, es aconsejable sustituir el coche o el autobús por los trayectos a pie o en bici. Ésta es una excelente forma de hacer un poco de ejercicio cada día casi sin ser consciente de ello.
Evitar los peligros
Hay que intenta que los niños no jueguen en aquellos lugares o espacios que puedan entrañar algún peligro para su integridad física, ya que en caso de producirse cualquier tipo de accidente, esto puede llevarles a rechazar la actividad física por temor y optar por otras actividades más seguras y sedentarias.