Cómo explicarle a nuestro hijo que se está en la cárcel

Cuando un padre o una madre ingresan en prisión se convierte en una situación muy difícil para el resto de la familia, ya que además de todo el malestar que produce el proceso judicial, la incertidumbre ante la sentencia y el hecho de que un ser querido haya quebrantado las leyes provoca una ruptura muy grande con lo que era la realidad hasta ese momento.

¿Dónde está?

Esa será la primera pregunta que plantee el niño. Dependiendo de cómo se haya producido la detención y el proceso de condena de la persona encarcelada, el niño ha podido tener o no tiempo para despedirse de su padre o de su madre.

En el caso de que sepamos que el padre o la madre va a ingresar en prisión, debemos preparar al niño para esa situación, para que ésta resulte lo menos repentina posible.

En ningún caso deberemos mentirle, no obstante, será su edad de la que dependa el nivel de detalle con el que le expliquemos la situación, ya que si no le decimos la verdad y él consigue descubrirla posteriormente, perderá la confianza en el resto de los miembros de la familia.

¿Cuándo volverá?

Esta será probablemente la segunda gran pregunta que plantee el niño. Cuando los niños son pequeños, cifras como 3 años o 5 años, les parecerán muy grandes y difícilmente podrán hacerse una idea. Por lo tanto, les resultará mucho más sencillo ponerles de referencia fechas que ellos conocen, como por ejemplo: «Volverá cuando estés en 5º» o «Volverá cuando hayan pasado 4 vacaciones de verano».

De nuevo, será una respuesta que no nos gustará darles, sin embargo, no deberemos crearle la expectativa de que volverá pronto, o simplemente no decirle nada, ya que eso le generará falsas ilusiones que le harán sufrir todavía más.

Cómo será su vida

En función de la edad que tenga el pequeño, le deberemos explicar, con mayor o menor detalle, en qué condiciones está su padre o madre, es decir, cómo funciona la cárcel, pero no solamente desde el punto de vista negativo (peleas, castigos, etc…), sino también desde el positivo, comentándole, por ejemplo, que puede participar en talleres, estudiar o hacer nuevos amigos.

Por último, deberemos insistirle al pequeño que su padre o su madre no es una mala persona, sino que cometió un error al incumplir la ley, ya que, en la mayoría de los casos, el niño no debería juzgar de ese modo a uno de sus padres.