La Grafiosis del Olmo o enfermedad holandesa del olmo, es una afección de origen fúngico, cuyo causante es un hongo denominado “Ceratocystis ulmi”, el cual, penetra en el interior del árbol, gracias al vector propagador del mismo, los coleópteros escolítidos del género Scolytus, que son los portadores de las esporas de este hongo, y cuando van a alimentarse del olmo y a reproducirse, las esporas se introducen en las heridas que los adultos de esta especie le provocan al árbol, tanto en las hojas como en la madera.
Otra vía de infección de la Grafiosis del Olmo es a través de las raíces de un olmo infectado a otro cercano. En este caso, no habría nada que hacer para salvar al árbol.
La acción de este hongo se caracteriza porque tapona los vasos conductores de la savia, con lo que provoca el debilitamiento del olmo, causando un amarilleamiento y marchitez en las hojas. En este caso, si no se actuase a tiempo, el árbol moriría en pocos meses.
Cómo prevenir y eliminar la Grafiosis del Olmo
Para la prevención de la Grafiosis del Olmo, habrá que mantener a los árboles sanos y fuertes, y realizar un tratamiento de control ante los coleópteros escolítidos y el hongo que la provoca.
El tratamiento contra los escolítidos consiste en emplear repelentes, trampas de feromonas o insecticidas que eviten que éstos se acerquen al olmo, impidiendo así la diseminación de las esporas que trasportan. Esta solución se deberá realizar de forma preventiva cada cierto tiempo, impregnando la copa, el tronco y las ramas del olmo.
Si la enfermedad ya se ha producido, y siempre y cuando haya sido transmitida por los escolítidos y no por las raíces, podremos luchar contra el hongo, utilizando un fungicida a base de ácido salicílico, aunque no siempre resultará exitoso.
A este respecto, si más del 20% de la copa del olmo se ve afectada, no hay nada que hacer, por lo que se deberá proceder a su eliminación, quemando todos los restos para evitar la propagación del hongo.