El estrés en los hámsters, al igual que sucede con el resto de mascotas, es una de las enfermedades más comunes que pueden padecer, y que si no se trata a tiempo, puede derivar en otro tipo de enfermedad más grave, ya que las defensas del hámster se ven disminuidas.
Entre las causas más comunes que provocan estrés en los hámsters, se pueden destacar: cambios bruscos en su hábitat, una alimentación y una higiene inadecuadas, ruidos fuertes y abundantes y falta de ejercicio.
Cómo evitar el estrés
Para evitar el estrés en los hámsters, bastará con seguir una serie de pautas desde el momento en el que se le adopta. Algunas de ellas son:
– El día en el que llegue a la casa, todos los accesorios del hámster deben encontrarse ubicados en su lugar definitivo, para que sólo haya que colocar al hámster dentro de la jaula, evitando así un estrés innecesario.
Es aconsejable colocar la jaula en una habitación tranquila y no agobiar en exceso al hámster los primeros días, dejando que se adapte a su nuevo hogar.
– Cuando haya que realizar las limpiezas, tanto la del lecho higiénico como la de la jaula al completo, es importante que no se efectúen grandes cambios en los accesorios de la jaula del hámster, procurando dejarlo todo tal y como el hámster lo haya colocado.
– Será imprescindible seguir una alimentación y una higiene adecuadas a sus necesidades, siguiendo siempre los conejos del veterinario.
El agua ha de ser abundante y fresca todos los días, y no debe faltarles comida, siempre en su cantidad justa.
– Los hámsters son animales muy activos, por lo que es necesario proporcionarles juguetes para que realicen toda la actividad física que precisen. En estos casos, es muy popular la rueda, que se ubica dentro de la jaula par que esté a disposición del hámster siempre que él quiera.
– Se evitará que dos machos estén juntos en la misma jaula, ya que los hámsters son animales muy territoriales, por lo que pueden originarse peleas que provoquen la muerte de uno de ellos.