Escoger un collar para un perro es una decisión que no se debe tomar muy a la ligera, ya que es un complemento que llevará puesto la mayor parte del tiempo. En la actualidad existen multitud de collares o arneses para perros destinados al adiestramiento de éstos, pero algunos de ellos, si se abusa de su uso, pueden resultar perjudiciales y dañinos para estas mascotas.
Últimamente se han puesto muy de moda los collares antitirones para perros, fabricados, como su nombre indica, para evitar que el perro dé tirones mientras se le pasea. Se pueden encontrar de diferentes formas, colores y tamaños, destinados cada uno de ellos a las diferentes razas de perros.
En este caso, existen diversos modelos que se pueden englobar en dos grupos:
Collar antitirones. Tiene la misma estructura que las riendas de los caballos, presentando dos puntos de sujeción, uno en el cuello y otro en el hocico. No hace función de bozal, ya que el perro puede abrir la boca libremente.
Arnés antitirones. Pueden encontrarse con la sujeción de la corre en el lomo o en el pecho del perro, siendo más efectivos los segundos para el adiestramiento. Presentan dos puntos de sujeción, uno en la parte baja del cuello y otro en el pecho.
Con ambos modelos, el perro se puede mover libremente, pero debido a su estructura, cuando el perro tira, en el caso del collar, éste provoca que la cabeza del perro se ladee, y en el caso del arnés, que se le gire el pecho si la sujeción de la correa va en el pecho. Con estas reacciones, se consigue que el perro deje de tirar para evitarlas.
Se ha de recurrir a los collares antitirones como último recurso y no se debe abusar de ellos. Se han de colocar sólo en el momento de la actividad, ya que podrían perjudicar al perro. Una vez conseguido que el perro deje de dar tirones, se empleará un collar normal.
Si se tienen dudas a la hora de escoger uno de estos collares antitirones, se podrá consultar a un veterinario o un experto en accesorios para perros, quienes sabrán cual es la mejor opción.