Antes de sacar a un conejo a pasear a la calle, lo primero que debe hacerse es acostumbrarlo en casa al arnés, enseñándole lo que puede o no puede hacer. Es posible que el conejo no se deje colocar el arnés, o que una vez puesto, lo roa para zafarse de él.
Para evitar estas situaciones, hay que enseñarle y entrenarle para que se deje colocar el arnés, y por lo tanto, se pueda salir a pasear con él. Cuando se le vaya a colocar el arnés, deberá hacerse en un momento tranquilo y sin forzar al conejo.
A la hora de salir a pasear, el conejo necesitará de una serie de accesorios:
Un arnés
Existen arneses especiales para conejos, pero si no se encuentran, se puede utilizar un arnés pequeño para gatos o perros.
El arnés ha de ser ligero y debe presentar una banda para el cuello y otra para el pecho, reforzadas ambas por dos bandas más, una por arriba y otra por abajo, sujetando así sus patitas delanteras y evitando que la fuerza de la correa recaiga sólo en el cuello, ya que podría ahogarlo.
Este tipo de arnés es el más adecuado, aunque en el mercado existen multitud de modelos, que pueden elegirse según las necesidades y gustos de cada uno.
El tamaño del arnés ha de ser el adecuado para el conejo, ya que si es grande, el conejo podría escaparse, y si es pequeño, podría asfixiarlo. El arnés ha de quedar firme pero suelto, para así poder proporcionar libertad en los movimientos del conejo.
Una correa
Sirve una normal, pero es preferible que sea extensible para dar mayor libertad de movimiento. También ha de ser ligera.
Siempre que se pasee al conejo, han de evitarse tirones fuertes, ya que sus huesos son frágiles y podrían dañarse.
Un transportín
Se escogerá uno cómodo y seguro que se adecue a las características del conejo.