Hoy en día se pueden encontrar una gran variedad de árboles frutales enanos, gracias a los injertos de rizomas enanos que se han llevado a cabo, por lo que podemos cultivar este tipo de árboles en macetas, ya que son aptos para aquellas personas que no disponen de suficiente terreno como para cultivar y mantener un árbol frutal de gran tamaño.
En este artículo vamos a ofrecer unas pautas a seguir para poder cultivar un peral en maceta. Una de las variedades más comunes a plantar en maceta es el “Terrance Pearl”, el cual, puede llegar a crecer hasta el metro de altura, aunque eso sí, proporcionará una cosecha abundante de fruta deliciosa si se le ofrecen los cuidados adecuados.
Para poder cultivar y cuidar de un peral, ya sea en el interior o en el exterior de una vivienda, lo primero que tendremos que proporcionarle será un lugar soleado, donde pueda disponer de una gran cantidad de luz solar y disfrutar del calor que ésta le proporciona. En contraposición a esto, será necesario protegerlo tanto de las corrientes de viento como de las heladas.
Una vez tengamos el sitio idóneo preparado, procederemos a trasplantar el peral, optando en este caso por macetones, donde añadiremos en la base algo de gravilla para mejorar el drenaje y verteremos un buen sustrato universal.
En lo que respecta a los demás cuidados, el peral enano precisará de riegos regulares, así como abonados en primavera con un fertilizante de liberación lenta para mejorar la floración y su posterior fructificación.
Del mismo modo, y para mantener una buena producción, será necesario aclarar los frutos, eliminando aquellos deformes o que estén dañados, dejando así más sitios a las peras sanas. También deberemos realizar las podas correspondientes, una en verano para dejar paso a los nuevos brotes, y otra en invierno para darle forma.
La fruta se podrá cosechar a finales de verano o principios de otoño, realizando un movimiento suave de torsión para separar las peras de las ramas y no dañar al árbol.