Las uñas de los conejos crecen constantemente, siendo su desarrollo más intenso en las patas delanteras que en las traseras, ya que son las que utilizan para escarbar. Cuando un conejo vive en una casa, la acción de escarbar se le limita por completo, por lo que es necesario cortarle las uñas cada cierto tiempo.
Lo más normal es que la primera vez sea el veterinario quien le corte las uñas, enseñando a hacerlo a su dueño para futuras ocasiones. Si a pesar de ello, el dueño no se siente capaz de hacerlo en casa, deberá acudir al veterinario, cada vez que sea necesario, sin embargo, si se decide a hacerlo, deberá tener en cuenta una serie de aspectos:
– Se debe hacer entre dos personas. Una sujetará al conejo con firmeza pero con cuidado de no dañarlo, ya sea en el regazo o sobre una superficie plana, mientras que la otra, se encargará de cortar las uñas una a una. No hay que forzar al animal, ya que podría traumarse.
– El número de uñas por patas es de 5, más una lateral.
– La uña se compone de dos partes, una blanca y otra rosácea donde se encuentran los capilares. Se ha de cortar sólo la parte blanca, sin apurar demasiado. Si las uñas del conejo son negras, no se podrán diferenciar dichas partes, por lo que es aconsejable cortar sólo un par de milímetros para no herir al conejo.
– Debe hacerse en un sitio bien iluminado para diferenciar las zonas dichas anteriormente.
– El cortaúñas empleado ha de ser específico para tal fin.
– Ha de respetarse la forma de la uña, por lo que el corte se realizará ligeramente inclinado.
Si por cualquier descuido, se cortara más de la cuenta y la patita del conejo empezara a sangrar, se cubrirá la herida con una gasa presionando para cortar la hemorragia. Si no parara de sangrar, se debería acudir al veterinario rápidamente.