Construir la cuna de tu bebé puede resultar una tarea muy gratificante y una estupenda terapia para mentalizarse de la pronta llegada del nuevo inquilino a la casa. Por esta razón te animamos a que construyas la cuna que utilizará tu bebé durante sus primeros años de vida.
No te preocupes si no tienes experiencia en el bricolaje, basta con que estés decidido y le pongas ganas para que la cuna que tenga tu bebé, sea la mejor que pueda tener, ya que no hay nada mejor hecho que aquello que sale del afecto de los padres.
Aquí te vamos a dar una serie de consejos que te serán de mucha utilidad.
Toma medidas del espacio disponible que tengas donde vayas a colocar la cuna.
Elige el modelo que creas que es el mejor para tu bebé, ya sea una cuna mecedora, una cuna fija o una cuna portátil que puedas mover a cualquier lugar de la casa.
A la hora de escoger el tipo de madera a emplear, ten presente que aunque sea un poco más cara, es mejor utilizar maderas de mejor calidad que no se estropeen con facilidad, como son la del roble, el cerezo o el nogal, aunque también puedes utilizar madera de haya o de pino, siendo ésta última más fácil de manejar, pero de menos calidad que las otras.
Independientemente del modelo de cuna que hayas elegido, todas se componen principalmente de cinco partes: dos cabeceros, los costados laterales y el somier.
Pon especial cuidado cuando coloques los barrotes, ya que la distancia entre ellos no puede superar los 8 cm; situándose el diámetro de los mismos entre 15 y 20 mm.
A la hora de montar la cuna, sólo tendrás que unir las cinco piezas mencionadas anteriormente. Ensámblalas con cola de carpintero, limpiando el sobrante, y asegurando la estructura con tornillos de cabeza plana, ocultándolos con embellecedores empotrados.
Asegúrate que no queda suelta ninguna pieza, y lija la superficie de todas y cada una de las piezas que utilices dejándolas lisas y suaves.
Según el modelo que hayas elegido, tendrás que poner las maderas que ayudarán a mecer la cuna, o bien, las ruedas (siempre con frenos incorporados) que os ayudarán a trasportar la cuna de un lugar a otro.
Si quieres dar un toque de color a la cuna, emplea barnices o pinturas que no sean tóxicas, piensa que cuando tu hijo sea un poco más mayor, se apoyará e incluso podrá chupar los barrotes.
Con estos consejos y las ganas que le pongas, podrás sentirte el mejor padre del mundo, viendo cómo tu bebé descansa en un lugar seguro.